Bienvenidos a Diario Silvano. En esta ocasión traemos una opinión sobre la película «Joker». Alabada y criticada a partes iguales, desarrolla una historia fuera del mundo de las viñetas. ¿Es tan buena como dicen? ¿Podemos decir que se trata realmente del Joker?
AVISO - SPOILERS EN ESTE TEXTO
Contexto
Creo que para la mayoría de mis lectores no haría falta introducciones, pero nunca está de mal resaltar ciertos aspectos. El Joker es un villano dentro de la propiedad intelectual de DC entre las que se incluyen también Superman, Batman y Wonderwoman.
DC es una empresa con una larga historia y un gran volumen de publicaciones, por lo que ha tenido que adaptar numerosas veces sus contenidos a las cambiantes tendencias y generaciones. Ello sin contar la desastrosa gestión de «continuidad» que han solido llevar las empresas de cómics.
Que por otra parte, aunque puede ser negativo para la consolidación de una imagen, ha permitido la exploración creativa con nuevas premisas.
Por tanto, cuando hablamos de personajes como el Joker o Batman estamos rozando casi el concepto de arquetipo. No es lo mismo el Batman infantil de sus inicios al viejo vaquero de «El Caballero Oscuro». Ambos comparten ciertas premisas, pero son desarrollados en marcos narrativos completamente diferentes.
Este no es el Joker de otras fuentes, ni lo pretende. Bebe claramente de ellas (como «La broma asesina» o «El Caballero Oscuro») pero es desarrollado en base a las preocupaciones sociales de sus autores con una premisa muy clara: «¿Puede darnos pena el ser más malvado y loco de los cómics?» Y a pesar de ello, quizás haya más de otros Jokers de lo que parece.
Valoración general
No soy un experto en cine, ni lo pretendo. Sin embargo, en mi humilde opinión consigue lo que se propone. El peso interpretativo está cargado sobre los hombros de Joaquin Phoenix, siendo el resto de actores casi un mero adorno de su trabajo. En cierta forma, volviendo la obra una relación íntima entre el Joker y el espectador.
Este drama está bien narrado, tiene un buen ritmo e intenta explotar el simbolismo en prácticamente en cada escena. Trabaja muy bien la luz y el escenario, consiguiendo reproducir una ciudad estadounidense de los años ochenta.
La ejecución en general es correcta. Aunque relatemos ahora qué nos cuenta la película.
Lo que nos cuenta el Director
La primera escena es un payaso en su proceso de maquillaje. Durante el mismo se fuerza a sonreír con sus propias manos. Mientras llora, sus dedos toman la forma de dos pistolas. Con esta escena tenemos el conflicto de Arthur Fleck, intenta ser feliz aunque esté completamente jodido. ¿Qué es lo que le jode? Un trabajo de mierda, la pobreza, una sociedad despiadada y una enfermedad mental que lo hace víctima de abusos. ¿Qué lo mantiene en pie? Una dulce madre aunque enferma, el sueño de ser cómico y su ídolo de televisión.
Esta obra replica en forma de drama el camino del héroe, con el giro de que acaba siendo un villano. Un enfermo mental en estado de pobreza ve cómo va agravándose su situación: pierde el trabajo, asesina en defensa propia, pierde la asistencia social, no tiene acceso a su medicación, es denunciado por sus compañeros, su madre resulta ser un monstruo… Un descenso cuesta abajo y sin frenos a la locura.
No es casual que cuando baja las escaleras sea para la locura y cuando las sube para cumplir una obligación. Tampoco lo es que cuando brilla la luz con más intensidad, más cercano a la locura está.
Aunque aquí no solo cuentan las circunstancias personales. Las sociales también colaboran. La misma sociedad que apalea a Arthur es un hervidero de desigualdad y pobreza. Los poderosos como Thomas Wayne y sus secuaces exprimen a la sociedad pusilánime, hasta que todo revienta. La muerte de tres arrogantes empleados de los Wayne despierta a la gente que empieza a protestar usando como símbolo la máscara de un payaso rabioso. Es en este marco, tras ajusticiar a varias personas, que Joker sólo puede someterse al papel que la sociedad le ha otorgado: líder de una revolución.
Esta película muestra como la sociedad abandona a un enfermo mental. Su moraleja es que la sociedad crea a sus propios monstruos.
Lo que calla el Joker
Sin embargo, ésta sería la lectura fácil de esta película. En alguna opinión he visto como justificaba que no todo lo visto en la película fuera real con una viñeta de «La broma asesina». Pero tampoco hace falta usar medios externos para justificarlo, la propia película los da.
En primer lugar, la historia viene a desarrollar una relación de amor entre Arthur y una vecina que acaba siendo todo una ficción. Por si mismas, las escenas no son coherentes (por la actitud de los personajes y el contexto) pero no es hasta la revelación final que no confirman este punto. Por otra parte, hay una escena donde viendo su programa de televisión favorito puede verse como claramente «fantasea» con obtener el respeto del presentador.
Es verdad que en la ficción es bastante común que existan incoherencias o algunas cosas ocurran «porque sí». Pero teniendo en cuenta los dos elementos anteriores, quizás la narración no es todo lo real que podría parecer. La pregunta sería: ¿Es un fallo de percepción de Arthur o es una trampa del Joker?
Aquí me tienta la segunda opción. En el epílogo de la película Joker está en el psiquiátrico, podría ser que hubiera avanzado en el tiempo la historia… pero podría ser que todo lo anterior fuera un recuerdo. Pero lo curioso es que en el primer minuto de la película podemos ver una representación de Batman en una época donde aún no existe. Podría ser un guiño del director, pero es demasiado tentador que eso sea un reflejo de la característica relación obsesiva del villano por el héroe.
Creo que no es un baladí esta referencia en una película donde el simbolismo es tan importante
Teniendo en cuenta esta perspectiva, es cuando aflora mucha información que antes pasaba desapercibida. En relación a su enfermedad hay varios puntos inquietantes. Se dice que estuvo en un psiquiátrico, pero no se mencionan las razones (con un flashback sospechosamente parecido a la escena final). Nunca se nos especifica la enfermedad, la tenemos que deducir. Los ataques de risa se justifican en una tarjeta, pero en la escena que va de camino a hablar con el jefe parece tener uno y lo corta. En relación a la medicación, Arthur pide más pero la asistente social le recuerda que ya está tomando 9 tipos. Si todo esto fuera poco, una clave: cuanto más loco se está volviendo más funcional se vuelve.
¿Es la enfermedad una tapadera? ¿Existe cierta base? ¿Puede existir una drogodependencia oculta? ¿Puede ser que su menores capacidades fuera debido a la medicación en lugar de la enfermedad?
Pero no solo en el plano de la enfermedad mental donde afloran estos detalles. Cuando habla con su jefe, este le dice «tengo otra queja» (lo que da a entender que ya había problemas). Segundos depués, cuando empieza a echarle la bronca se silencia su contenido y es únicamente audible «de verdad yo quiero ayudarte». Aquí ya podemos ver que el narrador no es del todo fiable, quizás la información que nos está dando es sesgada. Pero demos un paso más adelante. ¿Cómo es posible que un sitio sin testigos se sepan que el asesino fue un payaso? ¿No es demasiada casualidad que esta revolución comience con el asesinato de tres trabajadores de los Wayne y el símbolo usado sea el del payaso? ¿No es demasiada casualidad que únicamente mate a personas «malas» y todos tengan razones para morir?
¿El discurso de Thomas Wayne en televisión será real o una manipulación? ¿Es lo que quieren enseñarnos o es la peor forma de entender unas palabras más neutras (como ocurre en muchos medios, especialmente en Twitter)?
Es precisamente en el juego de las coherencias y las incoherencias donde creo que que el Joker está jugando con el espectador. El Joker quiere que tengamos pena por él, que lo justifiquemos. Puede que para los afines al caos sea un salvador, para sus detractores una víctima. Por eso, quizás este Joker sea el más Joker de todos.
Esta película muestra como la sociedad es ciega a sus sesgos. Su moraleja es que los monstruos usan como excusa a la sociedad para sus fines.
Conclusiones
Como dije anteriormente, es una película correcta y bien trabajada. Tan bien trabajada que creo que está muy abierta a varias interpretaciones dependiendo de lo que se considere real o no. Creo que consigue con mejor o peor gloria (dependiendo del espectador) que nos de pena Arthur. Y en cierta forma esto es positivo porque nos puede invitar a la reflexión de si demonizamos (o hacemos santos también) a personas o idelogías como si todo fuera blanco o negro. Cuando a veces la vida es demasiado gris: haber sido víctima no descarta ser ahora verdugo, y viceversa.
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