Expulsando muertos vivientes en la antigua escuela

Las dos cosas que siempre me han llamado la atención de los clérigos en D&D es la prohibición de usar armas de filo y la habilidad de expulsar muertos vivientes.  Esta última ha tenido un tratamiento bastante homogéneo a lo largo de las ediciones clásicas de D&D y muy característica. Por ser una habilidad icónica he decidido hacer un pequeño comentario de su mecánica y el tratamiento dado a lo largo de las ediciones.

La mecánica clásica - ¿Un don demasiado generoso?

Realmente es una habilidad muy poderosa comparada con la magia. Al contrario que esta no tiene ningún límite en cuanto a las veces que puede hacerse y usa un sistema propio de resolución en lugar de la Tiradas de Salvación. El sistema original empleaba 2d6 y en Advanced un d20, pero ambos asignaban una dificultad en base al tipo de muerto viviente y al nivel del clérigo sin ningún posible modificador más. Si comparamos los dados de golpe de estos monstruos comprobamos que la dificultad no estaba asignada al azar, es en base a los dados de golpe del monstruo:

Al igual que el nivel mide el poder de un personaje, el de un monstruo se mide a partir de los dados de golpe. Si observamos, en el D&D Original se estableció una progresión más lineal.
La Marca del este se ha añadido a efectos comparativos puesto que, al igual que Laberinth Lord, usa como referencia el dado de golpe en lugar del tipo de monstruo. La dos únicos cambios significativos, fijandonos en la edición BECMI (Basic, Expert, Companion, Master e Immortal), es la equiparación en dificultad a los esqueletos y a los zombies además de reducir en un escalón la dificultad del resto de seres.
Además del cambio de dado podemos observar otra diferencia bastante notable entre la edición original y AD&D con respecto a la Línea basic de B/X, BECMI y Rules Cyclopedia. Mientras que en los primeros el total de seres expulsados es el número de monstruos por unidad que  indique el dado (2D6 en el original y variable en Advanced), en la línea basic se expulsa como máximo la suma de los dados de golpe (DG) que sumen las criaturas afectadas y siempre expulsando a una como mínimo sin importar el resultado. Ello implica que en el original y advanced sea más potente expulsar muertos vivientes. Mientras en los primeros se pueda expulsar a 12 vampiros (7 DG, entre todos 84 DG), en la línea basic como máximo podremos expulsar a uno y nos sobrarán DG para otras criaturas (si las hubiere).
Este sutil "ajuste" de la Expulsión de Muertos vivientes fue introducido por Tom Moldvay, caracterizado por simplificar reglas de la forma más eficiente, en la edición basic de 1981. Esto debería ser un elemento a tener en cuenta de jugar módulos preparados para una edición en otra.

La mecánica clásica - ¿Del generoso don al super poder de Aquaman?

También es verdad que este aparente poder se ve moderado al ser solo efectivo contra un tipo de enemigo muy concreto, convirtiendose en un poder inútil cuando no abundan en una campaña. Si buscamos más usos a través de las ediciones, todas tienen en común que la expusión, o destrucción en su caso, es de muertos vivientes, pero en AD&D permite que los clérigos malvados, aparte de expulsar paladines, controlar o hacer que los no muertos les ignoren.

A la luz de lo coyuntural del poder en cuestión se puede interpretar que es un añadido que forma parte del transfondo de la clase contra un enemigo muy excepcional (más narrativo) o una mecánica en defensa contra un enemigo muy común en el juego o un posible enemigo demasiado poderoso.
Por ejemplo, en el Rules Compendium de tercera edición se afirma que la protección de los elfos contra la paralisis de los gules viene de una antigua regla de chainmail para equilibrar los ejercitos. Por ello no es de extrañar que elementos del juego deriven de ajustes de diseño (o de antiguos ajustes) más que por reflejar una cualidad de la clase en un referente realista o literario.
Lo cierto y verdad es que el nacimiento de esta clase fue creada, de acuerdo a lo relatado en Harvard's Blackmoor, para enfrentarse al personaje de un jugador que era un vampiro y había formado una legión de muertes en la campaña pre-D&D de Dave Arneson...

Versiones alternativas según la afición

En algunos blog de lengua inglesa sugieren, como regla optativa para casos donde los no muertos no tengan tanta importancia y para no capar una funcionalidad de la clase, la expulsión (y yo añado el control) de aquellos seres que domine o abomine su deidad. Esta es una opción que también vemos reflejada en la clase opcional de druida de Basic Fantasy con respecto a los animales.
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