En esta ocasión traemos un nuevo monstruo para Eirendor. El ídolo fulgoroso es un ser que ha acompañado a numerosas razas como una falsa deidad a lo largo de los siglos. Generoso con sus protegidos, sus dones no estarán exentos de un terrible precio.
¿Un brillo para unos y una deidad para otros?
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El ídolo fulgoroso podría ser el resultado de mezclar en la coctelera un color del espacio, las apariciones marianas y reinvidicaciones veganas. Aunque más bien fruto de una extraña ocurrencia que tuve al ver un anime donde una raza alienigena fomentó el desarrollo de la humanidad desde los primitivos homínidos para usarlos como alimento. Esta idea más o menos manida era a la par divertida y absurda si tenemos en cuenta que la citada raza no era nada más ni nada menos que... ¡¡la ropa!! (para más indignación, ver Kill la kill).
Por cierto, acabo de hacer un spoiler...
Teniendo en cuenta que el monstruo base era el color, la forma más lógica que estos guiaran a una raza como ganado era la de parecer una divinidad. La presencia de una luz es bastante común en muchas experiencias religiosas, por lo que añadirlo como signo distintivo del monstruo refuerza su temática a nivel de ecología.
A partir de estas ideas principales, solo fue desarrollar los aspectos mecánicos y un trasfondo más o menos evocador para partidas y campañas. El hecho de que solo puedan verlo bajo su forma divina las criaturas «humanoides» viene dado a que esta categoría de criaturas son las que normalmente desarrollan una cultura, por tanto, religiones. Además, Eirendor tiene la peculiaridad de que los elfos son considerados criaturas «féericas» en lugar de humanoides como en los juegos de D&D. Ello permite que en un grupo de aventureros unos jugadores sean inmunes al poder de esta criatura mientras que otros puedan ser sometidos completamente.
Para alguna risa puede dar. Si tu grupo se lo toma bien, claro.
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